lunes, 28 de enero de 2008

Efecto invernadero

Se llama efecto invernadero al fenómeno por el que determinados gases componentes de una atmósfera planetaria retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera. De acuerdo con el actual consenso científico, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debida a la actividad económica humana.
Este fenómeno evita que la energía del Sol recibida constantemente por la Tierra vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto similar al observado en un invernadero.
Tabla de contenidos
1 Balance radiativo terrestre
1.1 Radiación recibida del Sol
1.2 Albedo
1.3 Efecto invernadero
2 Gases de efecto invernadero y actividad industrial
3 Protocolo de Kioto
4 Referencias
//

Balance radiativo terrestre
Artículo principal: Balance radiativo terrestre

Representación esquemática simplificada de los flujos de energía entre el espacio, la atmósfera de la Tierra y la superficie de la Tierra.
La imagen muestra cómo estos flujos se combinan para mantener caliente la superficie del planeta creando el efecto invernadero. Si 235 W/m2 fuera el calor total recibido en la superficie, entonces la temperatura de equilibrio de la superficie de la Tierra sería de -22 °C (Lashof 1989). En cambio, la atmósfera de la Tierra recicla el calor que viene de la superficie y entrega unos 324 W/m2 adicionales que elevan la temperatura media de la superficie a aproximadamente +14 °
El efecto invernadero es un factor esencial del clima de la Tierra. Bajo condiciones de equilibrio, la cantidad total de energía que entra en el sistema por la radiación solar se compensará exactamente con la cantidad de energía radiada al espacio, permitiendo a la Tierra mantener una temperatura media constante en el tiempo.
Todos los cuerpos, por el hecho de estar a una cierta temperatura superior al cero absoluto, emiten una radiación electromagnética. La radiación electromagnética se traslada sin obstáculos a través del vacío, pero puede hacerlo también a través de medios materiales con ciertas restricciones. Las radiaciones de longitud de onda más corta (o frecuencia más alta) son más penetrantes, como ilustra el comportamiento de los rayos X cuando se los compara con la luz visible. También depende de las propiedades del medio material, especialmente del parámetro denominado transmitancia, que se refiere a la opacidad de un material dado para radiación de una determinada longitud de onda.
Véase también: Cuerpo negro

Radiación recibida del Sol
El Sol es el responsable de casi toda la energía que alcanza desde el exterior la superficie de la Tierra. El Sol emite radiación que se puede considerar de onda corta, centrada en torno a la parte del espectro a la que son sensibles los ojos, y que llamamos por ello luz visible. Incluye también dosis significativas de radiación ultravioleta, de longitud de onda menor que la visible. La parte ultravioleta es absorbida en buena parte por el ozono y otros gases en la alta atmósfera, contribuyendo a su calentamiento, mientras que la luz visible traspasa la atmósfera casi sin problemas. La Tierra intercepta una energía del Sol que en la parte superior de la atmósfera vale 1366 W/m2. Sin embargo, sólo intercepta energía la sección de la Tierra orientada hacia el Sol, mientras que la emite toda la superficie terrestre, así que hay que dividir la constante solar entre 4, lo que lleva a 342 W/m2.
Véase también: Constante solar

Albedo
De la radiación que llega al planeta, principalmente en forma de luz visible, una parte es reflejada inmediatamente. Esta fracción de energía que es devuelta inmediatamente al espacio se llama albedo, y para la Tierra vale 0,313 (31,3%), así que se pierden en el espacio 0,313 * 342 = 107 W/m2, por lo que quedan 342-107=235 W/m2 que es la energía que no es reflejada por la atmósfera, el suelo sólido o el océano. El albedo de la Tierra es un factor causal importante de su clima, afectado por causas naturales y también por otras antropogénicas.
Es frecuente confundir los efectos del albedo con los del efecto invernadero, pero el primero se refiere a energía devuelta directamente al espacio, mientras que el segundo lo hace a energía primero absorbida y luego emitida. En el primer caso se trata de los mismos fotones llegados desde el Sol, en el segundo se trata de los que la Tierra emite, tras calentarse, precisamente por no haber reflejado toda la radiación solar.

Efecto invernadero
La Tierra, como todo cuerpo caliente, emite radiación, pero al ser su temperatura mucho menor que la solar, emite radiación infrarroja de una longitud de onda mucho más larga que la que recibe. Sin embargo, no toda esta radiación vuelve al espacio, ya que los gases de efecto invernadero absorben la mayor parte.
La atmósfera transfiere la energía así recibida tanto hacia el espacio (37,5%) como hacia la superficie de la Tierra (62,5%). Ello representa 324 W/m2, casi la misma cantidad de energía que la proveniente del Sol, aún sin albedo. De este modo, el equilibrio térmico se establece a una temperatura superior a la que se obtendría sin este efecto. La importancia de los efectos de absorción y emisión de radiación en la atmósfera son fundamentales para el desarrollo de la vida tal y como se conoce. De hecho, si no existiera este efecto la temperatura media de la superficie de la Tierra sería de unos -22 ºC, y gracias al efecto invernadero es de unos 14ºC.
En zonas de la Tierra cuya atmósfera tiene poca proporción de gases de efecto invernadero (especialmente de vapor de agua), como en los grandes desiertos, las fluctuaciones de temperatura entre el día (absorción de radiación solar) y la noche (emisión hacia el cielo nocturno) son muy grandes.
Desde hace unos años el hombre está produciendo un aumento de los gases de efecto invernadero[2] , con lo que la atmósfera retiene más calor y devuelve a la Tierra aún más energía causando un desequilibrio del balance radiativo y un calentamiento global.

Gases de efecto invernadero y actividad industrial

Evolución de las emisiones de dióxido de carbono, en millones de toneladas por año, discriminada por región.
Artículo principal: Gas de efecto invernadero
Los denominados gases de efecto invernadero o gases invernadero, responsables del efecto descrito, son:
Vapor de agua (H2O).
Dióxido de carbono (CO2).
Metano (CH4).
Óxidos de nitrógeno (NOx).
Ozono (O3).
Clorofluorocarburos (artificiales).
Si bien todos ellos (salvo los CFCs) son naturales, en tanto que ya existían en la atmósfera antes de la aparición del hombre, desde la Revolución Industrial y debido principalmente al uso intensivo de los combustibles fósiles en las actividades industriales y el transporte, se han producido sensibles incrementos en las cantidades de óxidos de nitrógeno y dióxido de carbono emitidas a la atmósfera, con el agravante de que otras actividades humanas, como la deforestación, han limitado la capacidad regenerativa de la atmósfera para eliminar el dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero.
Estos cambios causan un paulatino incremento de la temperatura terrestre, el llamado cambio climático o calentamiento global que, a su vez, es origen de otros problemas ambientales:

Variación de la temperatura global y de la concentración de dióxido de carbono presente en el aire en los últimos 1000 años.
Desertización y sequías, que causan hambrunas
Deforestación, que aumenta aún más el cambio
Inundaciones
Fusión de los casquetes polares y otros glaciares, que causa un ascenso del nivel del mar, sumergiendo zonas costeras.[3] Sólo influye en dicha variación el hielo apoyado en suelo firme, ya que el hielo que flota en el mar no aumenta el nivel del agua.
Destrucción de ecosistemas

Protocolo de Kioto
Artículo principal: Protocolo de Kioto sobre el cambio climático
El protocolo de Kioto es un convenio internacional que intenta limitar globalmente las emisiones de gases de efecto invernadero. El protocolo surge de la preocupación internacional por el calentamiento global que podrían incrementar las emisiones descontroladas de estos gases.
De todos los planetas del Sistema Solar, Venus es el que tiene un efecto invernadero más intenso debido a la densidad y composición de su atmósfera, ya que contiene un 96% de CO2 y tiene una presión superficial de 90 bar. En estas condiciones la superficie alcanza temperaturas de hasta 460 ºC. Cuando comenzó el estudio de la atmósfera de Venus en las décadas de 1960-70, surgieron las primeras señales de alarma sobre un posible efecto invernadero en la Tierra provocado por el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Siendo ambos planetas geológicamente muy similares su principal diferencia se encuentra en la intensidad del efecto invernadero en Venus.
La Tierra debido a su fuerza de gravedad retiene en su superficie al aire y al agua del mar, y para poner en movimiento al aire y al mar en relación con la superficie del planeta se necesita la energía cuya fuente primaria es el Sol, que emite en todas direcciones un flujo de luz visible o próxima a la radiación visible, en las zonas del ultravioleta y del infrarrojo.

reciclaxe

Reciclaje es un término empleado de manera general para describir el proceso de utilización de partes o elementos de un artículo, aparato que todavía pueden ser usados, a pesar de pertenecer a algo que ya llegó al final de su vida útil.

Reciclar es la acción de volver a introducir en el ciclo de producción y consumo productos materiales obtenidos de residuos. Por ejemplo, reciclar un ordenador significa que sus partes o las materias primas que forman sus componentes vuelven a emplearse en la industria de fabricación o montaje.

También se refiere al conjunto de actividades que pretenden reutilizar partes de artículos que en su conjunto han llegado al término de su vida útil, pero que admiten un uso adicional para alguno de sus componentes o elementos.

Al proceso (simple o complejo, dependiendo del material) necesario para disponer de estas partes o elementos, y prepararlos para su nueva utilización, se le conoce como reciclado.

La producción de mercancías y productos, que hace crecer el consumo y como consecuencia el aumento de desechos de diverso tipo —algunos de los cuales no pueden simplemente acumularse o desecharse, pues representan un peligro real o potencial para la salud—, ha obligado a las sociedades modernas a desarrollar diferentes métodos de tratamiento de tales desechos, con lo que la aplicación del reciclaje encuentra justificación suficiente para ponerse en práctica.

En una visión ecológica del mundo, el reciclaje es la tercera y última medida en el objetivo de la disminución de residuos; el primero sería la reducción del consumo, y el segundo la reutilización.


Una visión reciclada de la Tierra.Tanto el término como sus actividades se han vuelto de dominio público y se aplican en muchas áreas productivas, económicas, sociales e incluso políticas y humanas

Tabla de contenidos [ocultar]
1 El reciclaje en España
2 El papel de la educación al consumidor
3 Razones para reciclar
4 Condiciones para reciclar
5 Referencias
6 Artículos relacionados
7 Enlaces externos



El reciclaje en España:Un punto limpio: contenedores selectivos de recodiga de residuos.En España la gestión del reciclado del plástico y del papel está en manos de Ecoembes (Ecoembalajes España, SA), sociedad anónima sin ánimo de lucro, elementos para el reciclado: vidrio, plástico, papel y metal. La cadena de reciclado empieza cuando los consumidores separan los envases de los productos del resto de la basura y los depositan en los distintos contenedores. Existen tres tipos de contenedores de reciclaje, con diferentes colores:

Contenedor amarillo (envases): en este se deben depositar todo tipo de envases ligeros como plásticos, latas, tetrabricks, etc.
Contenedor azul (papel y cartón): en este contenedor se deben depositar los cartones de cajas, así como los periódicos, revistas, papeles de envolver, propaganda, etc. Es aconsejable plegar las cajas de manera que ocupen el mínimo espacio dentro del contenedor.
Contenedor verde claro (vidrio): en la mayor parte de las ocasiones tiene forma de iglú.
Relación contenedor - producto
Contenedor amarillo Contenedor azul Iglú verde Punto limpio
Envases plásticos y latas Papel y cartón Vidrio Otros productos

En cada localidad, el Ayuntamiento es el encargado de la recogida de los residuos que posteriormente se trasladan a una de las plantas de reciclaje para completar el proceso.

Otros productos como las pilas, aceites, metales, ordenadores, electrodomésticos... también son reciclables. Son muchos los Ayuntamientos que ofrecen soluciones para la recogida de este tipo de residuos. En muchos municipios existen los llamados «Puntos limpios». Se trata de centros de recogida de residuos peligrosos para los que no existe un contenedor específico. En ellos podemos dejar todo tipo de productos sin ningún coste evitando, así, contaminar el planeta. En esta web (Organización de Consumidores y Usuarios) se puede localizar el punto limpio más cercano.


El papel de la educación al consumidor:Un papel activo que puede desempeñar el consumidor común, consciente de la necesidad de reducir los desperdicios, y por lo tanto propiciar el reciclaje de los materiales, es elegir aquellos productos cuyos envases son retornables, o fácilmente reciclables. Por ejemplo: preferir las bebidas cuyos envases son retornables.


Razones para reciclar:El costo de recogida y eliminación de una tonelada de basura es de entre 120 y 46€ en España.
En España se tiran al año más de 300.000 toneladas de metales. Esto es un despilfarro de material.
Si se recicla el vidrio se ahorra un 90% de energía y por cada tonelada reciclada se ahorran 1,2 toneladas de materias primas.
Recuperar dos toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo.
Por cada tonelada de aluminio tirada al vertedero hay que extraer cuatro toneladas de bauxita (que es el mineral del que se obtiene). Durante la fabricación se producen dos toneladas de residuos muy contaminantes y difíciles de eliminar.
Al reciclar una tonelada de papel se salvan 17 árboles.

Condiciones para reciclar:Es evidente que para que se produzca un buen reciclaje, la sociedad debe intervenir en el proceso de clasificación de basuras, este tema es poco debatido públicamente tanto desde el punto de vista jurídico como técnico, considerando que la clasificación doméstica ha de ser un derecho, nunca una obligación; que es uno de los eslabones que dificultan el máximo ejecicio del buen reciclaje.

Considerando que parte de nuestras basuras, contenedores y residuos en general, el contribuyente paga un buen dinero para su recogida común, es abusivo presionar a éste a que contribuya además con un servicio extra, y gratis, como es la clasificación y catalogación de sus basuras (muchas de ellas de dudosa clasificación). Este es el principal hándicap en el reciclaje.

Por lo que unas de las mejores condiciones que mejoraría el reciclaje, sería un incentivo, rebajando en general, el precio del recibo urbano de recogida de basuras; un buen gesto, sin duda por parte de las Administraciones locales, pero que tiene su justificación, ya que parte de esta rebaja se compensaría con la cantidad que reciben directamente de las industrias de reciclamiento.

Nunca hay que perder de vista, que la clasificación y catalogación de basuras por parte del contribuyente, es un servicio gratis que se realiza sin recibir ninguna contraprestación directa; además de considerar que la Administración Local recibe una contribución por otra parte; de este modo se evitaría que siempre paguemos más, lo de siempre, el ciudadano.

a chuvia acida

O fenómeno da chuvia ácida converteuse nunha das iconas da degradación do medio natural provocada pola industrialización. Prodúcese cando o dióxido de xofre (SO2) e os óxidos de nitróxeno (NOx) reaccionan co osíxeno atmosférico e se disolven na auga da chuvia, formando os ácidos sulfúrico e nítrico. O vento pode provocar que estes corrosivos elementos percorran miles de quilómetros antes de se precipitaren a xeito de chuvia, xeada, sarabia, neve ou brétema, e mesmo a xeito de gases e de partículas ácidas, o que se coñece como "deposición seca". Aínda que a natureza tamén xera estes gases, por exemplo a partir do magma volcánico, os principais responsables deste problema ambiental son as emisións causadas polos medios de transporte, as centrais térmicas que queiman combustibles fósiles, as plantas industriais e o amoníaco do esterco das explotacións gandeiras intensivas.

Efectos nocivos
Os efectos sobre o medio natural son notables. A auga tórnase máis ácida, o que pode provocar a desaparición da vida animal e vexetal de lagos, canais e ríos. Diversas especies de peixes, liques, musgos e fungos, algúns esenciais para a masa forestal, e mais os organismos acuáticos pequenos son os máis afectados. A diminución da presenza arbórea aumenta ademais a posibilidade de avalanchas e de corrementos de terra, pondo en perigo as poboacións próximas.

O proceso de acidificación tamén pode reducir a fertilidade dos solos e liberar metais que poden danar os microorganismos da terra, así como a paxaros e a mamíferos superiores da cadea alimenticia, e mesmo ó ser humano.

Do Partenón ó Prado
As emisións de SO2 e de NOx tamén atacan a edificios antigos e novos, en especial se se construíron con materiais facilmente degradables, como a pedra calcaria e mais a pedra de gra. Por exemplo, o Partenón sufriu máis o efecto da erosión nos últimos 30 anos ca durante os 2.400 anteriores. En España, o tesouro pictórico do museo do Prado viu acelerada a súa deterioración por mor desta contaminación.

Os contaminantes que causan a acidificación poden incidir noutros problemas ambientais. O exceso de nitróxeno na auga serve de nutriente para un crecemento rápido das algas e doutras plantas verdes. Este fenómeno, coñecido como eutrofización, conduce a un empobrecemento en osíxeno de ríos e mares, provocando un declive da biodiversidade. Doutra banda, os óxidos de nitróxeno poden reaccionar con diversos compostos orgánicos volátiles, en maior medida en lugares soleados, formando ozono troposférico, un gas nocivo para o medio natural e para a saúde.

Con todo, a chuvia ácida pode ter tamén un efecto positivo. Investigadores da Open University de Inglaterra suxerían recentemente nun estudo que o SO2 reduce o gas metano, o que contribuiría a diminuír o efecto invernadoiro.

Xénese e desenvolvemento
O concepto de chuvia ácida foi acuñado en 1852 polo químico británico Robert Angus Smith, aínda que pasou máis dun século ata que se recoñeceu a súa incidencia a nivel mundial. Foi grazas a un estudo do goberno sueco, presentado en 1972 na Conferencia de Nacións Unidas sobre o Medio Ambiente Humano, no que se constataba que os ecosistemas do país nórdico sufrían este fenómeno, provocado polos refugallos das instalacións industriais, en especial polos procedentes das centrais térmicas británicas.

Na actualidade, a industria e o transporte seguen a producir millóns de toneladas destes nocivos gases, polo que o problema segue a corroer o medio natural de todo o planeta. Así e todo, o maior rendemento da combustión e a eliminación máis eficaz das partículas permitiron frear este tipo de contaminación.

Os problemas da China
A China, A India e Xapón son os países que máis sofren as inclemencias corrosivas da chuvia ácida. Na China, en concreto, trátase do problema ambiental máis grave. Recentemente, a Administración Estatal de Protección Medioambiental, equivalente a un Ministerio de Medio Ambiente, recoñecía que afecta a máis da metade das cidades do país; e mesmo nalgunhas rexións toda a chuvia que cae é ácida. O principal causante desta situación é o carbón, que nutre o 70% das necesidades enerxéticas do xigante asiático. En Europa, os países nórdicos, xunto con Holanda e o Reino Unido, son os que padecen en maior medida a chuvia ácida. Pola súa banda, os Estados Unidos e Canadá son outros dos dous grandes afectados por este tipo de polución.

Chuvia ácida en España
En España este fenómeno afecta principalmente a Galicia, País Vasco, Murcia e a algunhas zonas de Cataluña, motivado en boa parte polas centrais térmicas máis contaminantes, como a de Compostilla (León), a de Andorra (Teruel) ou a das Pontes (A Coruña). As centrais térmicas españolas exceden cada vez máis o nivel de emisións mínimo fixado pola UE en 1991. As 73 instalacións de fuel, carbón e petróleo de España emitiron o ano pasado 288.117 toneladas de óxidos de nitróxeno, superando en 11.000 toneladas o permitido.

Para tratar de paliar esta situación, o Ministerio de Industria elaborou un plan de peche, ó que se acolleron 23 centrais, que irán diminuíndo a súa produción entre o 2008 e o 2015.

Medidas preventivas
A chuvia ácida é un problema que se pode solucionar por medio de varias medidas:

Utilización de técnicas de neutralización da acidez das augas, como o agregado de substancias que actúen de base ou a colocación de filtros. Así e todo, trátase de técnicas caras que só poden servir para solucionar o problema a curto prazo.
Diminución da emisión dos gases nocivos. En definitiva, trataríase de cortar o problema de raíz, reducindo o uso do petróleo, do gas e do carbón e apostando polas enerxías renovables na industria e no transporte.
Mellora das tecnoloxías. O uso máis eficiente e racional da enerxía, e mais a aplicación de mellores sistemas de limpeza dos gases desprendidos, contribuiría tamén a reducir o problema.

lunes, 21 de enero de 2008

caida hcachi

a choiva aceda

La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con el óxido de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve o niebla. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.6 (ligeramente ácido) debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre, pH 3. Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos. Los hidrocarburos y el carbón usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas suben a la atmosfera forman una nube y despues caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.

Formación de la lluvia ácida
Una gran parte del SO2 (dióxido de azufre) emitido a la atmósfera procede de la emisión natural que se produce por las erupciones volcánicas, que son fenómenos irregulares. Sin embargo, una de las fuentes de SO2 es la industria metalúrgica.
El SO2 puede proceder también de otras fuentes, por ejemplo como el sulfuro de dimetilo, (CH3)2S, y otros derivados, o como sulfuro de hidrógeno, H2S. Estos compuestos se oxidan con el oxígeno atmosférico dando SO2.
Finalmente el SO2 se oxida a SO3 (interviniendo en la reacción radicales hidroxilo y oxígeno) y este SO3 se puede quedar disuelto en las gotas de lluvia, es el de las emisiones de SO2 en procesos de obtención de energía: el carbón, el petróleo y otros combustibles fósiles contienen azufre en unas cantidades variables (generalmente más del 1%), y, debido a la combustión, el azufre se oxida a dióxidos de azufre:
S + O2 → SO2
Hay otros procesos industriales en los que también se genera SO2, por ejemplo en la industria metalúrgica.
Este SO3 se puede quedar disuelto en las gotas de lluvia, en forma de H2SO4. La reacción global es:
SO2 + OH· + O2 + nH2O → HOO· + H2SO4(ac)
También se puede despositar sobre superficies húmedas.
El NO se forma por reacción entre el oxígeno y el nitrógeno a alta temperatura:
O2 + N2 → NO
Una de las fuentes más importantes es a partir de las reacciones producidas en los vehículos de los automóviles y aviones. Este NO se oxida con el oxígeno atmosférico:
O2 + 2NO → 2NO2
Y este 2NO2 reacciona con el agua dando ácido nítrico que se disuelve en el agua:
3NO2 + H2O → 2HNO3 + NO

Efectos de la lluvia ácida
La lluvia ácida provoca graves efectos ambientales.
La acidificación de las aguas de lagos, ríos y mares dificulta el desarrollo de vida acuática en estas aguas aumentando en gran medida la mortandad de peces. Igualmente, afecta directamente a la vegetación, produciendo daños importantes en las zonas forestales, así como acabando con microorganismos fijadores de N estrés en las plantas, que las hace más vulnerables a las plagas.
La lluvia ácida, por su carácter corrosivo, corroe a las construcciones y las infraestructuras. Puede disolver, por ejemplo, el carbonato de calcio, CaCO3, afectando de esta forma a los monumentos y edificaciones construidas con mármol o caliza.
Un efecto indirecto muy importante es que los protones, H+, procedentes de la lluvia ácida lixivian (arrastran) ciertos iones del suelo. Por ejemplo, cationes de hierro, calcio, aluminio, plomo, zinc, Como consecuencia se produce un empobrecimiento en ciertos nutrientes esenciales y el denominado estrés en las plantas, que las hace más vulnerables a las plagas.
Los nitratos y sulfatos, sumados a los cationes lixiviados de los suelos, contribuyen a la eutrofización de ríos y lagos, embalses y regiones costeras, deteriorando sus condiciones ambientales naturales y afectando negativamente a su aprovechamiento.
Un estudio reciente por Vincent Gauci de The Open University, sugiere que cantidades relativamente pequeñas de sulfato presentes en la lluvia ácida tienen una fuerte influencia en la reducción de gas metano producido por metanógenos en areas pantanosas, lo cual podría tener un impacto, aunque sea leve, en el efecto invernadero.

Soluciones
Entre las medidas que se pueden tomar para reducir la emisión de los contaminantes precursores de éste problema tenemos las siguientes:
Reducir el nivel máximo de azufre en diferentes combustibles
Producir el cierre de refinerías
Impulsar el uso de gas natural en diversas industrias
Introducir el convertidor catalítico de tres vías
La conversión a gas en vehículos de empresas mercantiles y del gobierno
Ampliación del sistema de transporte eléctrico
Instalación de equipos de control en distintos establecimientos.
No regar muchas sustancias químicas en los cultivos